
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que llegó el momento de una reforma «completa» y «con sentido común» de las leyes de inmigración de su país.
En un discurso en un colegio de Las Vegas (Nevada), el presidente aseguró que el sistema actual es «anticuado y problemático».
Obama se mostró alentado por el plan trazado por un grupo de senadores demócratas y republicanos, el cual le abre a 11 millones de inmigrantes ilegales una vía a la ciudadanía.
El plan contempla mayores controles migratorios, sobre todo en la frontera con México.
Los senadores también pidieron sanciones más duras para los empleadores que dan trabajo a inmigrantes ilegales, así como sistemas más eficientes que garanticen la salida de las personas cuyas visas expiraron.